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Menos cintura, más salud

La relación entre las porciones y el sobrepeso

Seguramente habrás escuchado que para lograr un descenso de peso o un cambio físico es necesario estar en déficit calórico… Pero, ¿qué significa realmente este término y cómo podemos alcanzarlo de manera efectiva y saludable?

En nuestro cuerpo existe un balance energético dado por la energía que consumimos y la que gastamos. La energía que ingerimos proviene de todo lo que comemos y tomamos a lo largo del día y por otro lado, el gasto energético se compone de nuestro metabolismo basal (la cantidad mínima de energía que nuestro cuerpo necesita para mantener las funciones vitales y temperatura corporal en reposo absoluto) y la actividad física. Cuando la energía que consumimos es igual a la que gastamos, decimos que estamos en un balance energético neutro.

Por el contrario, cuando nuestro cuerpo gasta más calorías de las que consume a través de la alimentación nos encontramos en un déficit calórico, es decir, un balance energético negativo. Este déficit obliga al cuerpo a utilizar sus reservas de energía, principalmente grasa corporal, para compensar la diferencia, en conjunto con la actividad física que contribuye al gasto energético, lo que con el tiempo puede resultar en la pérdida de peso y descenso de medidas.

De acá deviene la idea de que para lograr el descenso y por lo tanto un peso saludable, debemos entrar en déficit calórico, a través de un plan de alimentación equilibrado tanto en calorías como en nutrientes. 

La forma más efectiva y sostenible de lograr este déficit es mediante el control adecuado de las porciones de alimentos que consumimos diariamente. 

El sobrepeso y su relación con las porciones:

Frecuentemente escuchamos en el plan la frase  “el sobrepeso es una cuestión de porciones” pero ¿a qué nos referimos cuando mencionamos esto? Principalmente, al consumo de cantidades controladas de alimentos que satisfagan tus necesidades nutricionales sin exceder el requerimiento calórico diario, con el fin de lograr el balance energético negativo necesario para la pérdida de peso.

Este enfoque implica:

  • Reducir la ingesta calórica en conjunto con el equilibrio entre nutrientes: Al controlar las porciones, podemos asegurarnos de que estamos obteniendo todos los nutrientes que nuestro cuerpo necesita mientras mantenemos las calorías bajo control. Ni más ni menos de lo necesario.
  • Evitar el hambre y la restricción: Ajustar las porciones en lugar de eliminar grupos enteros de alimentos ayuda a mantener la saciedad y reduce la probabilidad de atracones o ansiedad por la comida.
  • Identificar las señales de saciedad.
  • Reducir cintura mínima: el hecho de controlar las porciones, nos permite achicar la capacidad gástrica, adaptando y acostumbrando al estómago a porciones más pequeñas de lo habitual.

La cintura mínima como parte del rompecabezas del abordaje nutricional en sobrepeso y obesidad:

Cuando comemos porciones más pequeñas de manera consistente, nuestro estómago puede adaptarse a recibir menos cantidad de alimento. Con el tiempo, esta adaptación natural hace que nos sintamos satisfechos con menos comida, ayudando a mantener un déficit calórico y promoviendo la reducción de la grasa abdominal, lo que se traduce en una cintura mínima más chica. 

La acumulación de grasa abdominal y principalmente la cintura minina, está asociada con un mayor riesgo de desarrollar diversas afecciones que impactan en la salud. Juega un papel crucial en evaluar dicho riesgo.

En resumen, lograr un déficit calórico mediante el control de porciones es una estrategia clave para quienes buscan mejorar su salud. Al ajustar las cantidades de comida que consumimos, reducimos la ingesta calórica de manera efectiva, asi como además, permitir que nuestro estómago se adapte a porciones más pequeñas, lo que facilita el descenso. Aunque las porciones de comida son importantes para gestionar la composición corporal, no son el único factor a considerar, sino más bien, un enfoque integral que incluya una dieta equilibrada, actividad física regular, y atención a otros aspectos del bienestar como manejo de emociones y salud mental, es crucial para mantener un peso saludable y calidad de vida.

No busques soluciones mágicas a los problemas reales… ¡a ponerle foco a las porciones que es la clave para aprender a comer!

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